La apicectomía es la técnica usada para retirar quirúrgicamente los ápices dentarios infectados, así como la limpieza de la lesión generada en el hueso. Tras la remoción de estos tramos de raíz conflictivos procedemos a reobturar, retrógradamente, los orificios de los canales radiculares, ahora visibles a través del acceso creado en el hueso, con un cemento biológico llamado MTA ‘Mineral Trióxido Agregado’, que permite la correcta cicatrización de los tejidos en pocos meses.